
Fue con la colección “Espíritu” que conocí a Ani Álvarez Calderón. En ese noviembre del 2013, el vuelo de las aves había inspirado el trabajo de la diseñadora, con el cual ella representaba la libertad y la necesidad de seguir su instinto sin miedo al qué dirán. Celeste, dorado, plateado y negro caracterizaban ese extraordinario trabajo de alta costura.
A partir de entonces, he seguido su carrera con cariño y atención. Si ustedes también conocen la carrera de Ani, sabrán que ella lleva años inspirándose en el Perú. De distintas formas, con distintos materiales y colores pero su trabajo siempre le ha rendido homenaje a la patria. Mención especial merece su colección inspirada en Santa Rosa de Lima, uno de sus primeros trabajos que volvió a verse en pasarela en agosto del 2015 cuando Efraín Salas celebró el evento “25 años de moda en Perú”. Allí pudimos ver a una embarazada Maju Mantilla como la Santa Rosa perfecta, con flores en el cabello y un delicado vestido blanco.
Pero volviendo a los tiempos modernos, para mí ella es sinónimo de tres elementos: Spacer (una tela sintética que no pesa y te permite jugar con formas escultóricas porque el volumen se mantiene firme y parece flotar), plumas y un delicado brillo. Esta vez, Ani Álvarez Calderón no decepcionó y, más bien, nos dio uno de los shows más memorables del día 1. Podrían decir que me equivoco pero su pasarela me emocionó y gustó más que el del invitado internacional, Naeem Khan. Todo es cuestión de gustos pero, ya que este es mi espacio, me permito decirlo así de claro. Creo que nadie mejor que Ani podría explicarnos de qué se trató su presentación, así que a continuación los dejo con una entrevista con la diseñadora en la que nos explica más sobre su nueva colección inspirada en el escudo nacional.
Escojí el escudo por que es el símbolo único y puro del país. Es realmente inconfundible y me gustan las palabras que lleva escritas: República Peruana. Estoy muy orgullosa de ser peruana.

La mujer de Ani es una princesa Inca porque está orgullosa de su cultura y sus raíces peruanas. Es fuerte porque para una mujer que es madre y ama a sus hijos con todo su ser; tener una pasión que la haga soñar todos los días del año es difícil. Hay que hacer malabares para dividir el tiempo y poner el límite de horas a ese sueño y también dejar espacio para tu familia y para ti misma. Admiro a quienes consiguen ese balance y las considero independientes. Mujeres que toman la vida con alegría y agradecimiento.




Lo mejor: El vestido-espíritu celeste que lució Maple Sam con cola de tul ¡Parecía que flotaba en el agua! y el vestido negro corto con capa. ¡Dios, mataría por tenerlo! Extra bonus para Ani por la soberbia capa estilo Don José de San Martín con los bordados del escudo nacional. La tela dorada que llevaba estampado este motivo también me encantó. PD: Hace muchos años que Ani no utilizaba tonos como celeste y rosado pálido en un mismo diseño. Me pareció una combinación delicada y juvenil.
Lo que no me gustó: Las faldas demasiado caladas. En el look de abajo, por ejemplo, me gusta la pechera pero el vestido no me convence. Además, el uso de la malla negra me parece que le resta elegancia a los outfits (Es probable que esta sea la intención pero a mí no me gusta el efecto). Quizás por el alto del cuello en el total look plateado (líneas más abajo), sentía a la modelo demasiado cubierta. ¿Ustedes qué opinan?
Fotos: Sebastián Corzo para The Solo Project por Carla Atencio
Foto de archivo: Daniela Figueroa